
El año pasado encontré el dato de una anciana que arrendaba dos piezas de su departamento a un precio razonable, de modo que fui a ver el lugar. El edificio lucía bien mantenido y estaba en un sector bastante tranquilo.
Hicimos el contrato y le sugerí a Claudio (contribuyente de esta página) que arrendara la otra, ya también buscaba alojamiento. A él le pareció buena idea y también se mudó.
El problema es que la señora había omitido un detalle importante a la hora de hacer el contrato: los días miércoles se cortaba el agua del edificio durante un par de horas para hacer mantención.
Un miércoles, Claudio llegaba de clases a eso de las 3 de la tarde. Estaba cansado, así que se fue directo a su pieza a dormir siesta. La anciana se preparaba para ir a hacer unas compras y yo, en tanto, me alistaba para ir a clases.
Como siempre antes de salir, tal como me enseñaron mis papis, fui a lavarme los dientes. Me acerqué al lavamanos del baño y abrí la llave. Un ligero chorro de agua salió y se cortó casi al instante. "Se cortó el agua", pensé mientras cepillaba mis incisivos. Luego expulsé la pasta dental de mi boca y miré la llave "¿para que lado se cerraba?", me pregunté. Miré la hora y ya me estaba atrasando para llegar a la Universidad, así que giré la llave hacia un lado hasta que topó y salí raudo a las 3:30 pm.
A eso de las 4 pm, yo estaba en clases, Claudio dormía y la anciana compraba su dosis de cigarrillos "Latino", mientras un chorro de agua escapa de la llave del lavamanos. El agua vuelve y la llave está abierta a toda su capacidad.
A las 5:20 pm, Claudio es despertado por un octogenario grito de horror: "¡Claudio, venga a ayudarme!"
Aquí Claudio abre los ojos y mira hacia el suelo. La primera imagen que tiene es la de sus chalitas zyco... flotando. Luego de un par de minutos en estado de shock, escuchando a la anciana gritar "Oh boy, Oh my god", Claudio grita "¡Corte la luz po' señora, que sino me voy a electrocutar!".
En tanto, yo salia de clases tranquilo por la vida, hasta que recibi un llamado a mi celular. Claudio Llamando. Contesto y escucho: "hueón, está la cagá en el departamento. Dejaste una llave abierta y se inundó todo. ¡Vente al tiro!". En ese momento Usain Bolt habría sentido envidia: corrí a la mayor velocidad (in)humanamente posible, tomé un colectivo y llegué en tiempo récord al departamento.
Al entrar pude ver un desastre digno de noticiario sensacionalista. El agua estaba apozada en algunos puntos del suelo y eso no era ni la mitad de cómo habia estado antes de que Claudio, la señora y otro tipo invitado especialmente para la ocasión secaran con traperos parte de esta laguna artificial que había creado accidentalmente.
Si hay moralejas en esto serían, primero, no arrendar con viejas que olvidan darte datos así de importantes y, segundo, recordar para que lado se cierra la llave!
2 comentarios:
si me acuerdo de aquella vez, cuando éramos vecinos, q me dijiste todo orgulloso "inundé el departamento!"
jajajajjaja
Actaliza po!
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